Pocas personas eligen su identidad. En su lugar, simplemente interiorizan los valores de sus padres o de las culturas dominantes (por ejemplo, la búsqueda del materialismo, el poder y la apariencia).
Saber quién eres te permite vivir con un propósito y desarrollar relaciones satisfactorias, y ambas cosas pueden contribuir a una buena salud emocional general. El autoconocimiento también facilita la aceptación de uno mismo en su totalidad, tanto de los rasgos de los que se siente orgulloso como de los que le gustaría mejorar.
Según la amplia investigación de campo de la psicóloga Tasha Eurich, "aunque el 95% de las personas creen que lo son, sólo el 15% son realmente conscientes de sí mismas". En otras palabras, ¡el autoconocimiento no es un tema trivial! Ahora vamos a sumergirnos en lo que conforma tu identidad personal.
Si tu vida es un barco, tú eres el capitán y tus valores personales son tu sistema de navegación... o tu Estrella Polar.
Conocer tus valores te permite tomar decisiones acertadas en momentos de turbulencia o en el ojo del huracán.
Aquí tienes un test gratuito que te ayudará a identificar tus valores fundamentales (10 minutos): https://www.valuescentre.com/tools-assessments/pva/
Si le suena la pirámide, es porque se basa en la obra de Abraham Maslow y su modelo de jerarquía de necesidades (un marco muy famoso entre los profesionales del marketing).
Una vez que haya averiguado cuáles son sus principales valores, defina lo que significan para usted. Este paso es muy importante. Después de haber hecho este ejercicio con cientos de coachees, me he dado cuenta de cómo damos significados diferentes a un mismo concepto.
Una vez que haya definido sus 5 valores principales, intente clasificarlos, del más importante al 5. Por supuesto, en esa fase todos son extremadamente importantes. Por supuesto, en esta fase todos son extremadamente importantes.
Después de clasificar tus valores, pregúntate si vives de acuerdo con ellos. Para ello, puntúa cada valor en una escala del 1 al 10 (siendo 10 el valor más alto) que refleje hasta qué punto esos valores se respetan en la forma en que vives tu vida actual.
Ese ejercicio suele ser una llamada de atención que nos ayuda a hacer los cambios necesarios en nuestra vida para poder vivir en congruencia con nosotros mismos. Si algunos de tus valores principales son, digamos, el impacto y la libertad, y les atribuyes puntuaciones de 4, hay muchas probabilidades de que no estés muy satisfecho con la forma en que llevas tu vida actualmente.
Existen muchas herramientas interesantes. Es posible que haya oído hablar del test de Briggs-Meyers, el test de los 5 Grandes, el Eneagrama o el DISC, entre otros.
Puedes examinarte gratuitamente de los 5 grandes(https://bigfive-test.com/) y del MBTI(www.16personalities.com) en sólo unos 15-20 minutos cada uno.
Es posible que se pregunte por el significado de su puntuación MBTI expresada en 4 letras. Aquí tienes un resumen rápido de lo que significan esas letras.
La primera letra representa Extraversión (E) frente a Introversión (I).
Los extravertidos (E) están orientados a la acción. Buscan ganar amplitud de conocimientos (más que profundidad) y de influencia. Suelen recargar su energía pasando tiempo con la gente.
Los introvertidos (I) están orientados al pensamiento. Buscan la profundidad del conocimiento y la influencia. Recargan energía pasando tiempo a solas.
La segunda letra representa la Intuición (N) frente a la Sensatez (S).
Se refiere a la forma en que recopilamos la información.
Las personas sensibles (S) tienden a confiar en la información tangible y concreta, que se puede comprender con los cinco sentidos. Desconfían de las corazonadas y la intuición y prefieren buscar hechos y detalles.
Las personas intuitivas (I) tienden a confiar en la información que puede asociarse a otra información, a un contexto más amplio o a una teoría. Les encanta observar patrones y tener una visión global.
La tercera letra representa el sentimiento (F) frente al pensamiento (T).
Se refiere a la forma en que solemos tomar nuestras decisiones.
Las personas que prefieren el pensamiento (T) se esfuerzan por tomar decisiones que parezcan razonables, lógicas y coherentes. Les encanta basarse en datos.
Los individuos que prefieren Sentir (F) utilizan un enfoque diferente para llegar a una decisión. Buscan empatizar con la situación y las necesidades de las personas implicadas. Para ellos, es importante lograr la armonía, el consenso y el ajuste.
La cuarta letra representa el juicio (J) frente a la percepción (P).
Refleja cómo te gusta vivir tu vida exterior, es decir, los comportamientos que ven los demás.
A los tipos que juzgan (J) les gusta tener las cosas claras. Prefieren un estilo de vida estructurado. Las personas perceptivas (P) prefieren un estilo de vida más flexible y adaptable.
Según la psicología positiva, las fortalezas personales son nuestras capacidades incorporadas para determinadas formas de pensar, sentir y comportarse.
Las personas que reflexionan sobre sus puntos fuertes, los identifican y los aprovechan llevan una vida próspera. Animar a los niños a ser conscientes de sus puntos fuertes desde una edad temprana les ayuda a desarrollar más confianza en sí mismos y a ser más conscientes de sí mismos. También les enseña a sentir un aprecio y un valor más profundos por lo diferentes que somos cada uno de nosotros.
Aquí tienes un test gratuito para descubrir tus 5 puntos fuertes: https://high5test.com/
El psicólogo estadounidense Martin Seligman enumeró 24 puntos fuertes clasificados en 6 categorías:
Sabiduría - Creatividad, Curiosidad, Amor por aprender, Apertura de mente, Perspectiva
Coraje: autenticidad, valentía, persistencia, entusiasmo (la fuerza de los que creen que hay que vivir la vida al máximo y aprovechar al máximo cada día).
Humanidad - Bondad, amor, inteligencia social
Justicia - Equidad, Liderazgo, Trabajo en equipo
Templanza - Perdón, Modestia/Humildad, Prudencia, Autorregulación
Trascendencia - Apreciación de la belleza y la excelencia, Gratitud, Esperanza, Humor, Religiosidad/Espiritualidad
¿Con cuáles se identifica más?
La psicología positiva considera que una debilidad es una de las 24 fortalezas enumeradas anteriormente, aquellas en las que eres más bajo.
Las debilidades no son áreas "sin arreglo", y podemos trabajar para mejorar algunas de nuestras fortalezas de carácter menos desarrolladas si así lo deseamos. El coaching y la psicología positiva ofrecen una amplia variedad de técnicas y herramientas para hacerlo.
Ahora bien, ¿podemos convertir nuestras debilidades en fortalezas? ¿Y debemos intentarlo?
Por supuesto, cultivar nuestros puntos fuertes es el camino más seguro para destacar. Imagina que la estrategia de David hubiera sido cultivar su fuerza para luchar contra Goliat. Luchar con Goliat en combate cuerpo a cuerpo habría sido una tontería. Eligió centrarse en el combate a larga distancia y utilizar su destreza.
Sin embargo, a veces necesitamos controlar algunas de nuestras debilidades para que no nos debiliten. Para ello, el primer paso es ser honestos con nosotros mismos a la hora de identificar nuestras vulnerabilidades. Vienen cargadas de emociones negativas y pueden ser muy desagradables. También hay que admitir los miedos y aceptar la incomodidad. Luego es importante trazar un plan: la proactividad es tu mejor baza para mantener tus miedos a raya.
Aunque parezca una pregunta trivial, mi experiencia como coach ejecutivo y educador de estudiantes desde Bachillerato hasta MBA me enseñó que pocas personas tienen realmente claras sus pasiones.
Normalmente sabemos lo que nos disgusta. Tiene sentido: estamos diseñados para evitar las experiencias dolorosas. Las emociones negativas nos afectan mucho más que las positivas.
La pasión es un fuerte sentimiento de amor o entusiasmo. Puede que le apasione la pintura moderna o la literatura rusa. O por encontrar soluciones poco convencionales a los problemas. O por transmitir conocimientos.
Muchos de nosotros buscamos nuestra pasión de la forma equivocada: pensando en ella. La pasión no se encuentra en la cabeza, porque vive en el corazón. Así que, en lugar de pasarte horas dándole vueltas a la cabeza, sal ahí fuera y explora cosas nuevas. Sabrás cuándo algo es realmente estimulante.
Siempre me ha gustado mucho cantar, pero nunca di el paso de tomar clases de canto. A los 41 años, tropecé con un estudio de canto situado a menos de una manzana de mi casa. El profesor salió y habló conmigo. Tuvimos esa increíble conexión y rápidamente descubrimos que compartíamos el gusto por Brasil y el cálido sonido de una guitarra acústica o el piano. Hoy puedo decir que me apasiona cantar, sobre todo bossa nova y jazz. Bastó este micro paso para entrar en un estudio.
¿Se ha preguntado alguna vez qué le mueve? ¿Qué te pone en movimiento?
¿Se trata de crear impacto, aprender cosas nuevas, sentir que perteneces a un grupo o comunidad, dominar un tema o disciplina o recibir el reconocimiento de los demás?
Hacerse esas preguntas es muy importante a la hora de tomar decisiones críticas, como elegir tu próximo trabajo.
A veces nuestras motivaciones entran en conflicto. Si para ti es importante crear un impacto positivo pero también tener un cierto estatus social, puede que te plantees entre ese trabajo en una empresa de consultoría de alto nivel o esa ONG tan práctica que tiene un impacto directo en miles de vidas. Una vez más, entender tus prioridades en un momento dado te ayudará a ver con claridad y a tomar la decisión correcta en ese momento concreto de tu vida.
Personalmente, me gusta mucho Moving Motivators de Jurgen Apollo para trabajar con mis coachees en sus motivadores.
Nuestros valores, rasgos de personalidad, puntos fuertes y débiles, pasiones y motivaciones contribuyen a nuestra autoimagen o identidad única como personas. Las personas que pueden describir con facilidad estos aspectos de su identidad suelen tener una idea bastante clara de quiénes son, consiguen más cosas, gozan de mejor salud y se sienten más satisfechas con su vida.
Nuestros valores, rasgos de personalidad, puntos fuertes y débiles, pasiones e impulsos motivacionales contribuyen a nuestra autoimagen o identidad única como persona. Las personas que pueden describir fácilmente estos aspectos de su identidad personal suelen tener una idea bastante clara de quiénes son, consiguen más cosas, gozan de mejor salud y se sienten más satisfechas con su vida.